martes, 23 de noviembre de 2010

La realidad de una Residencia de mayores vista desde dentro


La realidad de una residencia

Estos centros sólo son focos de los medios cuando ocurre una desgracia, pero su función social es encomiable

MIGUEL LÓPEZ* Leyendo las noticias de los últimos días me sorprende la cantidad de noticias negativas que contínuamente aparecen en prensa sobre las residencias de mayores. Que si detienen a 2 responsables de una residencia por malos tratos a 14 ancianos, una directora que estafa a 11 ancianos, siete fallecidos en un incendio de una residencia en Sevilla, etc.

Trabajo en una residencia (Seniors de Torre del Mar) y me sorprende esta realidad: sólo son noticia cuando ocurre algún siniestro o alguna estafa. Entre las noticias que he encontrado de los últimos meses, podríamos establecer una tipología:

1) Sucesos y malas noticias. Las ya mencionadas anteriormente. No es que sean muy numerosas pero, cuando surgen, se genera preocupación y alarma social. Por desgracia muchas veces pesa más lo malo que lo bueno, y puede crear un clima de cierta desconfianza.

2) Noticias sobre leyes, proyectos, números...: Hablan de plazas concertadas en residencias, ley de dependencia, ayudas de la junta de Andalucía, cifras, inauguraciones, proyectos de nuevas residencias... (Unas 22.000 personas dependientes ya han recibido sus ayudas, la residencia de la Vega no está adaptada a la Ley de Dependencia, la crisis paraliza las obras de un geriátrico de lujo en Cerrado, la primera residencia de mayores de Ojén será de lujo, ...)

Cumplen su cometido de informar, pero tal vez les falta complementarse con algo más cálido. Los números son fríos, y se está hablando de un sector que implica personas necesitadas... ¿Cómo son esas residencias una vez que se construyen o llevan ya un tiempo funcionando? ¿Cómo son las ayudas y quiénes las disfrutan?.

3) Noticias sobre la vida en una residencia de ancianos: En este ámbito no he encontrado demasiados ejemplos. Debo resaltar el reportaje 'La vida en el buen Samaritano', que publicó este diario en enero de 2009. Es un gran artículo que da sentido a las ayudas, proyectos, inauguraciones y leyes de dependencia: las personas dependientes. Explicar su vida en la residencia, cómo se adaptan, qué hacen a diario, qué necesitan, qué reciben...

Con esta realidad, lanzo la siguiente propuesta. Creo que es necesario humanizar y eliminar mitos y miedos en el sector de las residencias de ancianos. La sociedad ha avanzado mucho, y las residencias ya no son lugares oscuros y tristes donde enviar a los ancianos a pasar sus últimos días. Inspecciones y criterios de calidad hacen que las residencias estén obligadas a cumplir una serie de requisitos que deben comprobarse a diario para subsanar cualquier fallo.

Trabajo en la residencia Seniors de Torre del Mar, grupo que posee cuatro residencias funcionando en Marbella, Benalmádena, Vélez-Málaga, Torre del Mar y una en construcción en Ronda.

La residencia en la que trabajo fue inaugurada el año pasado, y tendrá capacidad para cerca de 200 residentes, incluyendo entre ellos a unas 40 plazas destinadas a centro de día. En época de crisis la empresa ha ido estabilizándose y posicionándose con buenas referencias en el sector, pese a los problemas económicos que afectan a todos los sectores. No sólo está dando un sitio donde vivir a una gran cantidad de personas mayores -ya sea mediante ayudas de la dependencia como ingresos privados- sino que también está creando empleo con opciones de estabilidad en una época realmente dura. Todo tipo de profesionales tienen cabida, siendo un sector donde la mujer tiene una enorme presencia.

Dejadme que os cuente un poco el día a día en la residencia. Además de los cuidados personales (higiene, vestido, limpieza, alimentación...) y médicos y de enfermería, se realizan multitud de talleres y actividades de todo tipo para tratar de dar la mejor calidad de vida a estas personas: manualidades, dibujo, actividades para fomentar capacidades manuales, memoria, concentración... además de las sesiones de fisioterapia, de las que me encargo, también se realizan otro tipo de actividades complementarias, algunas de ellas realizadas por voluntarios (como el taller de relajación mediante tai-chi, que se realiza los jueves, o la "pastoral de la salud", que acude cada miércoles a realizar una celebración religiosa, seguida de cante y animación para los residentes). Se programan salidas con los residentes para que no tengan que estar limitados al recinto de la residencia y puedan pasear por el paseo marítimo y disfrutar del aire puro.

Cabe destacar que todas las actividades y decisiones se trabajan de forma conjunta en el equipo técnico (director, médico, enfermera, psicóloga, supervisora, fisioterapeuta, trabajadora social, terapeuta ocupacional...), que se reúne a diario de lunes a viernes para realizar una puesta en común y tomar acciones conjuntas para mejorar la calidad asistencial.

Con el órgano del mayor los residentes transmiten sus críticas, sugerencias y propuestas a la dirección del centro, para tratar de buscar medidas para aumentar el nivel de satisfacción.

Trabajamos mucho con los residentes, pero también muchísimo con sus familiares. Además de tratar con ellos prácticamente a diario de forma individual (cuando requieren la atención de alguno de los profesionales), organizamos periódicamente reuniones de todo el equipo técnico con los familiares de cada residente, para que tengan la oportunidad de hablar con todos nosotros de forma conjunta y nos puedan transmitir todas sus quejas o necesidades (así como su satisfacción), para que sepamos lo que estamos haciendo bien y tengamos la oportunidad de corregir los fallos a tiempo, puesto que es una valiosa medida para la prevención de problemas para el residente y de satisfacción para todos.

Es un trabajo realmente duro, porque muchas veces tenemos que invertir un tiempo inicial en quitar los miedos y las dudas de los familiares o de profesionales de otros sectores (hospitales, centro de salud) que no saben muy bien cómo funcionamos y que se sorprenden gratamente cuando nos visitan, conocen cómo trabajamos  y ven la agradable situación en que viven los residentes así como las actividades de que disfrutan y el trabajo en equipo que se realiza para buscar el cubrir todas sus necesidades y no solo dar más años de vida a estas personas, sino dar más vida a los años.

Miguel López es fisioterapeuta en la residencia Seniors de Torre del Mar y responsable de la web Tufisio.net

2 comentarios:

  1. He copiado exactamente el articulo escrito por Miguel López porque considero que ha explicado muy bien, con palabras claras el mito que hay en tornos a la residencias de mayores, yo personalmente tengo familiares que trabajan en residencias y sinceramente tiene que ser algo que te guste y no solo un trabajo, dedicar todo tu tiempo a los mayores, según ellos es muy duro, pero tambíen muchas veces les compensan con un gesto de cariño, con palabras amables y con mucha ternura.

    ResponderEliminar
  2. Miguel explica bastante bien lo mal que nos sentimos los profesionales que trabajamos en centros y residencias de mayores cuando se critica desde el desconocimiento y sobre todo desde la generalización. Como en cualquier empresa, se trata de conseguir que el cliente (en este caso el anciano) se sienta bien en su entorno, cree una nueva vida alrededor de sus compañeros y los profesionales que le atienden y cuando esto ya no es posible por su deterioro físico y/o mental, debemos tratar de conseguir que avance lo nás lentamente intentando que sus experiencias sean gratificantes en ese entorno. Las actividades que se realizan con los mayores en las residencias no sólo tratan de "entretener", sino que queremos entrenar, mejorar e incluso recuperar capacidades que tenían con anterioridad: se pretende ante todo utilizar la actividad con propósito y valiéndonos del entorno ayudar a la persona a adquirir el conocimiento, las destrezas y actitudes necesarias para desarrollar las tareas cotidianas requeridas, conseguiendo el máximo de autonomía e integración, es decir, que su vida sea lo más parecida posible a como lo era antes. Toda actividad persigue una meta y un fín, pero el más esencial de todos es lograr que nuestros mayores disfruten el tiempo que les resta lo máximo posible.

    ResponderEliminar